A veces las ballenas grises hacen algo muy extraño. Quedan varadas en las playas sin razón aparente. Sin lesiones ni heridas. Sin enfermedades, sin estar expuestas a la desagradable exploración del fondo marino por los sónares de la Armada... Simplemente se pierden.

Pero, ¿por qué? Un equipo de investigadores de la Universidad de Duke y el Planetario Adler pueden haber encontrado la respuesta, y es un poco sorprendente. Su estudio fue publicado en la edición de esta semana de Current Biology .

Los biólogos han sospechado durante mucho tiempo que las ballenas tienen una brújula interna, lo que les permite navegar utilizando campos magnéticos como hacen también las aves y las abejas. Esto haría a las ballenas vulnerables al "clima espacial". Durante las tormentas geomagnéticas, el desplazamiento de las líneas de campo magnético podría confundir a sus brújulas internas, desviando a las ballenas de sus rutas habituales.

¡Pero eso no es lo que muestra el nuevo estudio!

"Estamos realmente sorprendidos por nuestros resultados", dice el autor principal Jesse Granger, estudiante de doctorado en biología en la Universidad de Duke. "Las tormentas geomagnéticas no están varando a las ballenas", afirma. En cambio, la mejor explicación parecen ser las ¡ráfagas de radio solares!

Durante los periodos de alta actividad solar, el Sol emite ráfagas de energía de radio de banda ancha. Muchos operadores de radio de onda corta se han sorprendido por la aparición repentina de un rugido de estática en sus auriculares después de una fuerte llamarada solar. Las ballenas parecen estar sintonizando también la radio solar.

¿Como suena el Sol? A continuación puedes escuchar una explosión de radio solar grabada el 6 de mayo de 2019 por Thomas Ashcraft.

El equipo de Granger analizó 35 años de datos de varamientos de ballenas grises compilados por la NOAA.

"Elegimos ballenas grises porque su especie tiene una de las migraciones más largas de cualquier mamífero y es un migrador cercano a la costa, lo que sugiere que pequeños errores de navegación aumentan el riesgo de varamientos", explicaron.

"Sólo se utilizaron datos de ballenas que quedaron varadas sin signos de lesiones, enfermedades, demacración o interacción humana (por ejemplo, sónares de la Marina, líos con redes, impactos con barcos...)".

Se pudo correlacionar los varamientos con varios índices de actividad solar de larga duración, incluido el número de manchas solares, el ruido de radio (F10.7) y la actividad geomagnética (Ap). Los resultados se muestran en los histogramas a continuación.

Los varamientos se correlacionaron con el número de manchas solares, se correlacionaron fuertemente con el ruido de RF (emisiones de radio solares), y no se correlacionaron con la actividad geomagnética.

Según las estadísticas, hubo un aumento de 4.3 veces en la probabilidad de un varamiento en días con altos niveles de emisión de radio de 2800 MHz (F10.7). Por otro lado, NO hubo relación entre los varamientos y la actividad geomagnética (Ap).

Este es un resultado importante, en parte porque sugiere cómo las ballenas podrían estar detectando campos magnéticos. Una posible explicación para la magnetorrecepción en animales es el mecanismo de pares radicales . Este es un tipo de brújula química en que los campos magnéticos regulan una reacción química que involucra proteínas. En las aves, la reacción tiene lugar en el globo ocular.

Este tipo de brújula se puede ver interrumpido por... lo has adivinado... ¡campos de radiofrecuencia! Si las ballenas tienen una brújula radical, podría explicar los resultados de Granger et al .

La nueva investigación también podría salvar vidas. "Las ballenas varadas rara vez sobreviven, sólo si son descubiertas a tiempo por grupos que tienen los recursos suficientes como para devolverlas al agua", señala Granger. "Utilizando esta correlación, podemos hacer mejores predicciones sobre cuándo las ballenas tienen un mayor riesgo de varamiento, y así hacer que las brigadas de voluntarios rescatadores estén más activas y en alerta durante estos períodos de tiempo".

Las ballenas grises tienen problemas graves y su supervivencia continua es cuestionable. La población del Pacífico Norte occidental sigue siendo baja, se estima que esta población incluye menos de 200 individuos. Pero ahora podemos ser un poco más optimistas, tal vez a partir de ahora la astronomía podrá ayudar directamente a las ballenas a salvarse de una posible extinción.

Participación de Rafael Balaguer en el programa Cuarto Milenio comentando este tema, justo al inicio del programa: